A
primera hora de ayer se disputaba la jornada final de la novena edición
del Puente Foral y la que debía aclarar el campeón de esta edición.
En las dos primeras mesas jugaban los cuatro jugadores con opciones al triunfo final.
En
la segunda mesa; Javier Pérez se enfrentaba con blancas a Javier Cinza.
Ambos debían vencer y esperar a lo que pasara en la primera mesa. El
gallego planteaba una defensa escandinava y pronto se veía con
problemas para poder desarrollar sus piezas. El jugador de San Juan
atacaba en el flanco de dama y Cinza se veía obligado, como en la ronda
anterior, a una defensa complicada. Sin embargo, Pérez no lograba
encontrar el modo de romper las defensas del negro y el de Orvina iba
mejorando la posición de sus piezas hasta lograr la igualdad en el medio
juego. En ese momento, ambos jugadores decidían renunciar a pelear por
la victoria en el campeonato al firmar las tablas.
Ante
este resultado, la partida decisiva se disputaba en la primera mesa. A
Soriano, con negras, le bastaban unas tablas para hacerse con el torneo.
Sin embargo, el oscense ha demostrado ser un jugador al que no le gusta
jugar buscando el empate. Nuevamente planteaba la apertura hipopótamo,
una apertura donde el negro mantiene todas sus piezas en las dos
primeras filas, esperando el momento para reaccionar. Al medio juego se
llegaba con igualdad y se producía el momento clave de la partida y
quizá del torneo. Soriano decidía lanzar sus peones en el flanco de rey a
costa de dejar a su rey desprotegido. Jiménez se defendía con acierto y
lograba introducir una torre en la segunda fila del blanco, con lo que
se derrumaba el flanco de dama de las negras. A estas solo les quedaba
la posibilidad de un ataque desesperado en el flanco de rey. Sin embargo
el joven jugador de San Juan se defendía con mucho acierto y era el
blanco el que lograba atacar al maltrecho rey negro. Además Soriano se
veía obligado a jugar, como es costumbre en él, en grave apuro de reloj.
A las pocas jugadas, se veía obligado a tumbar el rey negro otorgando
la victoria a Jiménez. Este ha cuajado un gran torneo sin perder ninguna
partida, cediendo únicamente dos tablas.
En
el tercer tablero, Urriza conseguía imponerse con blancas a Cemboráin
en una emocionante partida, que cerraba el torneo. El de Mikel Gurea
planteba una Escandinava y conseguía buen juego en la apertura. Sin
embargo, el número uno del ranking necesitaba la victoria y planteaba
una partida de ataque con enroques en distintos flancos. Cemboráin
parecía cobrar ventaja al introducir una torre en la columna de rey pero
el chantreano forzaba la posición al lanzarse contra el rey por la
columna de torre. En un error de las negras, Pablo lograba comerle una
torre a cambio de una pieza y quedaba con clara ventaja en el final. A
las pocas jugadas, las negras tenían que abandonar.
En
la cuarta mesa, Mikel Ortega apuraba sus opciones de quedar entre los
primeros si vencía a Iñaki Barbería. Tras plantear el de Runa una
apertura Tromposky, Mikel se comía un peón y parecía cobrar ventaja. Sin
embargo, la partida se volvía complicada al enrocarse ambos en
distintos flancos, lo que suele convertirse en partida de ataque. Allí,
Barbería tomaba ventaja al colocar sus torres y dama en la columna de
rey, presionando a las negras. Mikel optaba por comerse un peón y
defenderse esperando el final de la partida. Sin embargo, Barbería
sacrificaba un caballo y lograba dar jaque continuo, forzando las
tablas. Con esto, Mikel, que ha completado un torneo discreto, perdía
sus opciones de acabar entre los tres primeros.
Tras
estas partidas, Jiménez se hacía con su segundo triunfo en el Puente
Foral con 6 puntos. Detrás de él, con 5,5 puntos quedaban Ignacio
Soriano, Pablo Urriza, Javier Pérez y Javier Cinza.
Del
resto del torneo destacar la magnífica actuación de dos jovencísimos
jugadores, que apuntan muy alto en el ajedrez navarro; el jugador de 6
años Javier Habans y el ucraniano de 9 años afincado en Pamplona Alex
Pedchenko, ambos con 4 puntos.