Tras pasar 32 horas delante de un tablero en la última semana, las ojeras son cráteres lunares, las manos son flanes dhul en manos de un abuelo con parkinson, los cerebros tienen menos fuerza que mi antiguo Spectrum al jugar al "invaders". Un maestro me pregunta si vale comer al paso; que se lo han hecho y que cree que es trampa. Otro me dice que le hemos puesto camellos en lugar de caballos y que se mueven en M en lugar de en L. Es duro un torneo tan largo. Aún así, aún quedaban fuerzas para el último esfuerzo en esta última ronda, donde se vieron algunas cosas interesantes.
El grupo de GM-s, dilapidadas ya las opciones de norma, quedaba pendiente decidir quién se hacía con la victoria en el grupo. Savchenko y Mirzoev renunciaban a darse de mamporros y firmaban tablas rápidas. Unas tablas que, a la postre, le serían suficientes al ucraniano para hacerse con la victoria en el grupo. Holden por su parte, intentó ganarse los garbanzos y tuvo el torneo en su mano en su partida con Llorente. Su sacrificio de calidad parecía ser decisivo pero la buena defensa del maño le valió el punto y el cubano se quedó sin un torneo que quizá hubiera merecido por el juego que ha desplegado y por su lucha en todas las partidas. Unai, algo cansado ya, perdía con Cabrera que se anotaba así su segunda victoria. Mikel tampoco podía con Cruz, que se imponía en un final muy bien jugado por el peruano. Cuadras parecía que podía lograr su primer medio punto en la partida que cerraba el torneo. Pero el chileno Rojas no tenía compasión y tras casi 5 horas, dejaba en cero el casillero del catalán en el torneo.
En el grupo de MI-s, la sorpresa, esta vez era la no-victoria de Cruz ante Fayard, que se conformaba con tablas. El peruano lograba su "cuarta norma" en el puente foral y certificaba su nuevo título de maestro con el elo conseguido en el torneo. Sobrado ha andado Jonathan, que se hacía con el grupo con 7,5 puntos de 9.
Nava redondeaba la ronda de roscos navarros perdiendo con Pogorelov. Se ha desinflado el orvino después de un comienzo prometedor. Buen torneo el de Astasio y, sobre todo, el de Iñigo Martín, que ha sido una de las revelaciones del torneo y que se va a quedar cerca de los 2.300.
Javi Corral tenía el triunfo en el +2000 casi en la mano pero, por si había dudas, lo certificó con un nuevo leñazo a Mombi. El rochapeano se vio sorprendido en la apertura y no tuvo ninguna opción. Sólo unas tablas ha cedido el de Eguzki en todo el torneo. Impresionante. Dani solventaba, en los últimos segundos de su reloj, su partida y el subcampeonato contra la revelación del grupo, Angeleri, un chaval al que han debido de quitar puntos de elo en multas de tráfico porque es sorprendente que ande con 1919 viendo el juego que ha hecho. En la última ronda asomaba el periscopio un sorprendente Egoi, que desde las profundidades emergía en esta última ronda ganando a Viñal y quedando tercero.
Anguas estrenaba su recién conseguido elo por debajo de 2000 con una victoria en el grupo de menos de 2.000. Nunca un bajón de elo fue tan rentable. Sergio ganó el grupo con un punto de ventaja y con mucha claridad. Otano fue su última víctima. Aitor Martínez, Tetimov, Javi Sevilla y Luisda se quedaban a un punto en la clasificación.
Por una vez, pudimos cumplir plazos y acabar a la hora acordada. Breve discursito de despedida, donde agradecimos hasta a las sillas su colaboración. Entrega de los voluminosos trofeos, que demostraron que la fuerza bruta también tiene su papel en el ajedrez. Y a por el lunch, donde se demostró que a los ajedrecistas no nos dan de comer en casa. O al menos lo parecía por la fruición con que se deglutían croquetas y bolitas de patata.
Y con esto, dimos carpetazo a la cuarta edición del Puente Foral. Contentos. Satisfechos. Ahítos de ajedrez. Y hechos polvo. Esto nos da vidilla al club. Pero también nos la quita. En fin, como diría Iñaki, "ya ha comenzado el torneo puente foral 2010".
martes, 8 de diciembre de 2009
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