Puente Foral: es el fin.

Todavía colean en el Don Carlos las migajas de los fritos del lunch del último día. Sólo unas pocas aún vivían para contarlo de la voracidad ajedrecística. Al igual que a los estudiantes les llega el momento, aciago o jocoso, de entregar las notas a sus padres, en el Puente Foral es tiempo de hacer balance. Como no puede ser económico el balance, siempre ruinoso, lo mediremos en satisfacción personal, un concepto más abstracto y dado a la interpretación.



Experimentábamos este año un nuevo formato; el match. Los peor pensados hablarán de las ventajas en términos de organización y baratura del evento pero a nosotros nos gusta más lo de experimento. Como resultado, cabe calificarlo como un éxito. Sorprendentemente ( o no) la cobertura en prensa se ha disparado en relación a otros años. Parece que no impresionan a nuestros escribientes de los diarios grandes maestros de nombres impronunciables y sí, sin embargo, el pique de nuestros maestros caseros.

Por otra parte, el match como espectáculo ha sido enorme. Demasiado acostumbrados estamos a traer grandes figuras que, con suerte, disputan dos o tres partidas y firman tablas el resto sin haber tenido tiempo de calentar la silla.

Las partidas entre Unai y Huerga han sido espectaculares y, más allá de su calidad, son el tipo de duelos que gusta ver desde fuera.



Sobre las partidas en sí, hay que destacar la gran igualdad entre ambos y la tensión vivida en el match. A resaltar la sangre fría de Huerga en la tercera partida, al entregar un peón poco claro y en la última partida al evitar líneas de tablas, que le eran favorables. Igualemente, la fuerza de Unai en la 4º partida para ganar un final sorprendente.

También destaca la facilidad con que Huerga ganó el desempate. Mikel se mostró muy seguro y Unai estaba fundido cuando llegó al desempate. Quizá se note la diferencia de edad a la hora de soportar la tensión de un match.



En el Open A, la victoria de Narciso ha sido incontestable. Tras ganar el absoluto de La Rioja, su estado de forma era muy fuerte y también se notaba en su actitud. Como muestra, en la última partida rechazaba con Iñaki unas tablas que le daban la victoria en el grupo y seguía jugando hasta ganar. En el resto de participantes del grupo se vio una igualdad total. Cualquiera hubiera podido quedar segundo. Tras un comienzo catastrófico era Mayans el que quedada subcampeón.



En el Open B, enorme progresión la de Javi Sevilla. Tras la clara derrota inicial con el nano Ortega, ganó todas las partidas con un estilo de ataque contundente. Momento clave en este grupo fue la derrota de Tetimov ante Diego López, al forzar un final de aparentes tablas. Rafi parece estar en un buen momento de forma pero le han escapado varias tablas que, al final, le han hecho conformarse con el segundo puesto.


Los dos torneos se decidieron después de la cuarta hora de la última ronda, lo que aumentó la emoción del resultado.


Sobre los enanos, en general muy buen resultado el que se ha visto sobre los tableros. Parece que la nueva hornada de navarros y riojanos asegura un buen futuro para las dos comunidades. Por nuestra parte, más que digno el papel de Luisda y de Urriza en el open A. También el vianés Arnedo cumplía con creces en el grupo. En el B, además de Sevilla, Jiménez estuvo hasta el final , Diego López tuvo opciones hasta el final y grande el enano Mikel Ortega, con 4 puntos.

De las chicas, la campeona vizcaína Nuria Corral y la catalana Teresa Muñoz hacían un buen torneo con 4 puntos.

Por nuestra parte, buen torneo, mejor ambiente y lo dicho, a falta de hacernos ricos con estos eventos; casi más cercanos a lo contrario, satisfechos con el torneo.