jueves, 5 de diciembre de 2013

Ronda 3. ¿Por qué complicarlo?

Esta entrada se refiere a todas aquellas decisiones que todos tomamos debido a que queremos seguir una idea prefijada y, al final, convertimos una posición sencilla en otra mucho más complicada de jugar que provoca posteriores errores. Y todo sin beneficio aparente. En esta ronda se han visto algunos ejemplos, que no pudiéndose catalogar de decisiones graves en todos los momentos, han condicionado las partidas en las jugadas siguientes.

Veamos las primera mesa, en la partida Mindeguia-Irañeta. Juega el negro en una posición sólida donde lo más natural, tal vez sea terminar de colocar las torres en 'c' (preparando rupturas) o en 'd' (previniendo contra e4 del blanco).

Sin embargo, la jugada de la partida complicó innecesariamente la posición cuando el negro no tenía todas las piezas activas. Jugó 1...Ce5 2.de5 Cd7. Aquí el blanco, jugó lo más directo posible, continuando con 3.cd5 ed5 4.Ad5 Ce5. La posición del negro, ahora, se ha convertido en crítica, por propia voluntad. Ahora el blanco puede elegir capturar un peón, donde el negro encontraría cierta compensación después de 5.Ae5 y capturar en c6. Sin embargo, después de la jugada 5.Dc2!?, seguida por Ae4 destrozaron el enroque negro con la presión de las dos diagonales abiertas... por propia voluntad por las piezas negras.
 

Aquí, en la partida Asensio-Cemborain, el error no fue tan determinante, pero no parece que la decisión tomada fuera en beneficio de su ejecutor. El blanco no tiene ninguna  amenaza directa sobre el centro, y el negro podría haber instalado cómodamente un caballo en d5. La jugada c4 no sería un problema debido a la inestabilidad de la casilla d4. Sin embargo, Cemborain jugó 1...cd4? 2.cd4, y a partir de aquí, aunque instaló un caballo en d5, pero el blanco jugó cómodamente Tac1, llevando la dama a una casilla menos eficiente que c7. El blanco llevo claramente la iniciativa en toda la partida a partir de este momento y al final se anotó el punto entero.

En la partida Ortega-Prieto, se produce el efecto psicológico de pensar que un retroceso nunca puede ser la mejor jugada, pero lo era en esta ocasión. El negro acaba de jugar Cf6, amenazando la dama blanca en h5, y ésta se ha movido a h6. El negro tendría una ligera desventaja limitándose a regresar a d7, desde donde mantendría una posición bastante sólida y con perspectivas. No debió pensarlo así y jugó la archicomplicada 1...Th-g8?, que especula con 2.Df6 Tg6, atrapando la dama. Sin embargo, este tipo de combinaciones en desventaja rara vez funcionan. Ortega replicó con la sencilla 3. Ce6 (muy interesante también 3.dc5!! sacrificando la dama), ganando un peón y finalmente la partida.


El animador del torneo, Joseba Otano no pudo reverdecer laureles contra Marchena. El negro controla la casilla e4 y no parece que haya maniobras decentes para expulsar este caballo. En lugar de terminar el desarrollo y jugar de forma normal, Joseba intentó desatascar la posición haciendo una jugada que le pide a la posición más de lo que ésta le puede dar. 1. Ch4?, intentando luchar por e4 por métodos tácticos. El problema es que después de 1...Cd6 2.Db3 Ah4, queda en evidencia el fracaso del plan blanco. No contento con ello, continuó con 3.e4?!, complicando la complicación y después de la sencilla 3...Ae7 4.ef5 Cf5 5.Db7 Cd4, el negro pasó a tener amenazas imposibles de detener.

Y una última partida entre Cinza y Aristu. El negro ha buscado las complicaciones de dejarse sacrificar una pieza en un Fegatello. El problema es que hay que saber cuando parar. En la posición del diagrama, ha conseguido una posición estable con un rey relativamente seguro. Era el momento de buscar la tranquilidad y refugio con 1...Rf7, quedando una partida con opciones muy optimistas, donde la pieza de más se debe imponer a los dos peones blancos. Sin embargo, en un acto de desprecio absoluto por el peligro, corrió el innecesario riesgo de capturar el peón que mejor le defendía con 1...Ce5??, lo cual fue refutado por la humilde 2.c3, que captura el caballo y gana la partida.

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