viernes, 6 de diciembre de 2013

Ronda 5. Oportunidades perdidas

Esta vez nos vamos a centrar en las primeras mesas, donde la emoción ha sido la nota predominante. A estas alturas de torneo, los nervios y las imprecisiones son habituales, y se suelen ver errores que no se producen en otro tipo de ocasiones. Vamos a reflejar algunos de ellos.

En la mesa 1, la joven promesa Mikel Ortega jugaba con negras contra el experimentado Mindeguia. Por lo visto, había rechazado una oferta de tablas y llegó a esta posición, confiando en sus dos alfiles.

El método para ganar pasa por comerse uno de los dos peones. Lo fácil debería ser 1...Aa2, y después de 2.Cf6+ Af6 3. Af6 resulta una posición muy difícil de convertir en algo tangible, debido a los alfiles y la presión en la diagonal. Precisamente, para evitar eso, hay que jugar la arriesgada 1...Ab2. Esto evita Cf6+ porque el peón de a2 está tocado, lo que obliga al blanco a jugar 2.Af6. En esta situación, el negro tendría que jugar la precisa 2...Aa3, y contra 3.Ad4 Ae7 y consigue clara ventaja, aunque queda una larga partida.
En lugar de ello, jugó la precavida 1...f5 y la partida fue tablas en pocas jugadas.

En la mesa 2 (Soriano-Asensio), se produjo un brutal ataque por parte del negro desde las primeras jugadas, que condujo a esta curiosa posición.
Aquí el blanco jugó 1.Re3, y después de 1...Af1 2.Da4+ Rf8 el negro mantuvo el ataque. La ocasión perdida se produjo al no hacer 1.d3 Td8 2.Cbd2! y el blanco continuaría bajo fuerte ataque después de 2...Da3, pero con pieza de más y mejores perspectivas.


 
El siguiente diagrama, de la misma partida, es para ilustrar la ocasión no perdida. El negro puede elegir entre numerosas jugadas, pero si no juega con cuidado, la ventaja se evaporará rápido. El plan jugado, aunque no sea el mejor según la máquina, es muy interesante y a la postre, ganador. Se jugó 1...Td8!, con la idea de Td3 y Txf3, eliminando el mejor defensor blanco y ganando en brillante estilo.


En la siguiente posición en Aguinaga-Prieto, el blanco no dejó escapar su primera oportunidad, aunque posteriormente dejó escapar varias buenas opciones:
El negro parece haberse liberado y amenaza con romper la estabilidad del caballo central blanco. Sin embargo, en una calculada maniobra, Aguinaga jugó 1.Da5!. El negro respondió confiadamente con 1...cd4?? y el blanco "sentenció" la partida con 2.Tc8!! Después de esta jugada, la dama es intocable, debido a T1c7+, así que no queda otro remedio que jugar 2...Ac8, pasando al siguiente diagrama.

El blanco tiene al menos dos formas de ganar sencillas. Viendo la partida, se me ocurrió que lo más simple debería ser 1.Tc7+ Ad7 2.Dd5! Dd5 3.Td7+ El final hay que trabajarlo un poco, ya que hay una masa de peones negra que hay que tratar con cuidado antes de comerse el peón de 'a' y ganar fácilmente.
Sin embargo, el blanco jugó la mas fuerte según la máquina, pero más complicada también: 1.Da7+ Ad7.

Y este es el momento clave. El blanco jugó 1.Tc7?, llegando a un final ganado, pero menos ganado que la continuación mucho más tranquila que empezaba por 1.ed4!. La clave de esta jugada es que el negro no puede librarse de la clavada, excepto jugando 1...Rg8 y la entrada con 2.Tc7 asegura el mate o la ganancia de material.


Y por fin la última oportunidad. El blanco se limitó a dar jaques y firmar las tablas en una posición que está completamente ganada!!. En esta posición existen varios planes ganadores, pero el más sencillo es el siguiente. 1....Rf7 2.Dd7+ Rg6 (esta posición es de partida) y ahora, sencillamente 3.g4! y el negro no puede defenderse de la amenaza Df5+, so pena de perder el control del peón de a4 y seguramente perder el de e4.
Si no se veía esta jugada, otros planes basados en conseguir llevar el rey hasta la casilla f4 también deben ganar, aunque con una técnica mucho más precisa, muchas veces incompatible con la escasez de tiempo que suele darse a estas alturas de partida.
 
Y finalmente, en la partida De Pablos-Urriza, quisiera mostrar este final, que sólo puedo catalogar de diabólico para el negro. Después de presionar durante toda la partida, se ha llegado a este final con peón de más. Sin embargo, lejos de ser fácil de materializar, el blanco ha conseguido crear la amenaza de un peón alejado que hay que tratar con cautela. Demasiada dificultad con el poco tiempo que se dispone para analizar.

Aquí el negro jugó 1...c6. La jugada evidente y que yo recomendaría siempre. No hay que dar facilidades para que te hagan el peón pasado.... ¡¡Pues no!! Increíblemente, después de 1...bc4 2.Rc4 Re7!, el rey negro detiene el peón pasado y la masa de peones negros se debe de imponer, aunque no debe ser sencillo, aún así.

Después de haber perdido su oportunidad de ganar con una jugada que de primeras sólo se les ocurre a los circuitos electrónicos, Urriza (con peón de más) tenía que defender este final, y parece que lo peor ha pasado. No obstante, el blanco incrementó la presión con 1.Rc6 (única para intentar ganar). En este momento, existe la opción de jugar 1...e4 2.Rd5 e3 3.Cc3 Cf4+ y el negro consigue tablas fácilmente. Pero hay otra jugada que se va de las manos, que es 1...Cd4+, e inesperadamente, se encuentra con la réplica 2.Rd5!, con un final muy complicado para el negro.

Y ahora se presenta este final, que es casi de estudio. ¿Cómo puede ser tan difícil hacer tablas? No he mirado si existen otras opciones, pero la más clara comienza por 1...Ca7!. La idea es que si 2.Rf6 Cc6 3.Rg6 Ce5!, llegando justo a tiempo. El caballo es suficiente para luchar contra el rey y el peón que quede. Pablo no vio esta opción y terminó perdiendo una partida que parecía que tenía con todo a favor.

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